Nacional
Técnico: Gerardo Pelusso
Titulo de la entrevista: "Así comenzó todo"
¿Cómo empezó su carrera?
En el 83, yo tenía 30 años. En ese momento tuve que dejar de jugar por dos operaciones en la rodilla. Pero lo que fue negativo por un lado, fue positivo por otro, porque empecé a dirigir enseguida. Unos amigos chilenos que tenía en Quito me invitaron a trabajar en un equipo amateur. Hacía tres cosas a la vez, me quería recuperar de la rodilla, estudiaba para ser entrenador y dirigía. Fue una buena experiencia.
¿Después pasaste a Emelec?
Sí, al año siguiente. Era un equipo grande, en una ciudad de 4 millones de habitantes. Y la verdad que fue muy difícil, nos fue mal. Ahí me di cuenta que dirigir un equipo grande no es para novatos.
¿Por qué vuelve a Uruguay?
Guayaquil en ese momento era una ciudad muy peligrosa y nosotros nos habíamos puesto de acuerdo con la madre de mis hijos que los íbamos a criar en Florida, en un lugar tranquilo, sin miedos y puertas con rejas.
Aquí empieza a dirigir en Florida ¿Cómo sobrellevó el paso del profesionalismo al fútbol amateur?
Lo que pasa es que tengo un amor muy grande por el fútbol. Yo soy tan feliz dirigiendo a Nacional, como lo fui dirigiendo a Atlético Florida o a Quilmes de Florida. Para mí el fútbol es lo más importante, obviamente dejando de lado mis hijos.
¿Qué recuerdos le quedaron de es etapa?
Me sirvió muchísimo en la formación como entrenador, porque aprendí desde inflar una pelota y poner una red, hasta a sacarle la ficha médica a un jugador o pedirle permiso a la mujer para que lo dejara entrenar. Ahí tenía que hacer de todo, entonces cuando me vine al fútbol profesional me resultó mucho más sencillo. Además en el interior aprendí a dirigir grupos humanos y a elegir la gente, porque yo estoy convencido que para ser un buen director de orquesta, no es necesario saber tocar todos los instrumentos, sino que tenés que elegir bien los músicos.
Salir campeón con Danubio, un equipo de los "chicos", después de 12 años de hegemonía de los grandes ¿tuvo un mérito doble?
No sé si doble, pero sí fue un mérito extra. Porque para salir campeón en este país con un equipo en desarrollo, tenés que luchar contra cosas en las que un equipo grande se ve favorecido, como por ejemplo el jugar en todas las canchas. Nosotros el primer partido que perdemos en el 2004 fue contra Rentistas en la cancha de ellos, y los grandes a ahí no van.
¿Cómo lo trató la gente de Danubio ahora cuando le tocó enfrentarlos por el campeonato?
Sin palabras. La verdad que yo aprendí mucho ahí. Danubio te enseña lo que es organización y lo que es el respeto por los profesionales, me enriqueció como persona. Yo en el 2004 tuve una oferta fantástica en el exterior y por cumplir mi contrato no me fui. A eso me lo enseñaron ellos y al final los hechos me lo devolvieron, porque me quedé y fuimos campeones.
¿Usted en su paso por Perú estuvo a punto de dirigir la selección de ese país?
A la selección de Perú no la dirigí porque tengo una sola manera de hacer las cosas, y para mí la lealtad y la palabra no tienen precio. Cuando me fui a Perú, el presidente del Alianza se jugó una parada grande con nosotros, porque el club venía de la peor campaña de su historia. Y cuando a mí me surge la posibilidad de dirigir la selección peruana, se me vencía el contrato con Alianza. Me dijeron “no firme y vaya a su país, en 20 días lo vamos a buscar en el avión presidencial para que venga a dirigir la selección”. Pero yo dije que no, porque me había comprometido de palabra con el presidente de Alianza.
En un fútbol como el de hoy, donde los resultados mandan, su salida de Alianza fue atípica, porque se fue bien con la gente y el club
El presidente quería firmar por un año y yo estaba convencido que mi ciclo terminaba en seis meses. Por eso hicimos una cláusula en la que cualquiera de las dos partes, quince días después de terminar el apertura, podía decidir romper el vínculo. Yo jugué la Libertadores, el campeonato y después sentí que ya no había motivos para seguir. Había que comenzar un ciclo nuevo y a mí me parecía que lo tenía que hacer otro. Ellos pensaban que yo tenía otra oferta, y no fue así, estuve tres meses sin trabajar antes de que llegue Nacional.
Hablemos de Fútbol
¿Qué jugador le gusta de hoy en día?
Me gustan muchos, pero el que más es Cristiano Ronaldo.
¿De la Libertadores?
Hay un jugador que a mí me encanta, que nosotros hicimos gestiones para traerlo cuando jugaba en la C de Argentina para Danubio, y se llama Gonzalo Bergessio. Y de los defensas es Alex Silva de San Pablo.
¿Cómo vio al San Pablo?
Es un gran equipo, con un gran arquero que no se equivoca nunca y una defensa que es muy buena. Había buenos jugadores, lo que pasa es que hay gente que entiende poco de fútbol y le dicen a Adriano “ese gordo”, y son unos irrespetuosos. Él tiene los problemas que sabemos, pero ahora con continuidad y si agarra nivel, está a la par del mejor del mundo
¿Se le podía ganar al San Pablo?
Lógicamente que sí, y más después de ver los partidos quedó la sensación que con un pelito más se podía haber pasado. En el primer tiempo acá, si termina 2 a 0 a favor nuestro nadie podía decir nada, si tuvimos dos chances claritas de Fornaroli. Pero de ahí a subestimarlos, es de ignorantes. Hay mucha gente que cree que el fútbol es una pisadita y un caño, y el fútbol es bastante más que eso.
¿Riquelme lo dio como candidato?
Sí, es un candidato.
¿Boca el otro?
Lo que pasa es que está un poquito irregular porque depende mucho del juego de Riquelme y por consecuencia de Palacio y de Palermo. Y Riquelme viene con las justas, porque se viene lesionando mucho.
¿El tema de las expulsiones lo complicó demasiado en estas definiciones?
Totalmente. Hay una materia que nosotros no hemos aprobado y es el equilibrio emocional. En el primer partido de la copa nos pasó con Romero, y en el último partido nos pasó lo mismo con Caballero. Cuando más necesitábamos jugar con once para sacar un partido adelante, dimos esa ventaja. Y luego, en el clásico la terminamos de completar. Pero además, la expulsión de San Pablo nos condiciono para el clásico, porque tuvimos que jugar todo el segundo tiempo en Morumbí, que es inmenso, haciendo un desgaste mucho mayor y nosotros veníamos con una seguidilla de 7 partidos en 23 días.
Los otros días después de la expulsión de Cardaccio, se notó la impotencia que usted tenía, se lo vio insultar al aire ¿qué le dijo después?
Este es un tema que para mí tiene mucha importancia. Yo llegué a la conclusión de que si querés tener un equipo que pelee el campeonato, entre otras cosas, tenés que tener pocos goles en contra y pocos expulsados, si fallás en cualquiera de esos dos rubros no tenés ninguna chance. Yo hablé con todo el plantel el martes de mañana, pero esa son cuestiones íntimas.
¿Un ejemplo de eso es lo que pasó con Carrasco? Que corrigió la parte defensiva y hoy pelea el torneo.
Totalmente
Hace dos semanas Nacional era para muchos el mejor equipo del fútbol uruguayo y ahora parece que todo cambió
Nosotros somos los mismos. Pero a esta película yo ya la viví, a mí lo único que me modifica es la amargura de haber perdido. Pero mi confianza en los jugadores sigue siendo la misma, y cuando veo pasar esta realidad me da risa y bronca, porque el ambiente cambia. Siempre fue así, pero ahora es de terror. Y no sólo pasa acá, yo me pregunto, ¿qué van a hacer los hinchas de River ahora cuando salga campeón, que los otros días les tiraron maíz a los jugadores? ¿Dónde se lo van a meter? Los tiempos han cambiado para mal, porque hoy si ganás sos un genio y si perdés no servís para nada.
¿Tiene ganas de seguir en Nacional?
Hasta el 31 de Julio que termina mi contrato sí. Después veremos, no se lo que va a pasar. Esas cosas se dan naturalmente. Yo tuve una reunión con el presidente los otros días y me encantó. Hablamos en los mismos términos y seguimos pensando en las mismas cosas que en el primer día que nos juntamos. No nos modificó nada, ni las victorias, ni las derrotas.
¿Usted es hincha de Nacional?
Sí.
¿En algún momento tomó alguna decisión como hincha?
No, yo tengo que ser frío. La experiencia te va enseñando y te pone en el lugar que tenés que estar. Sobre todo te ayuda a cometer menos errores y a tomar decisiones en momentos complicados. Por ejemplo, me gustaría que me aclararan y que se pusieran de acuerdo cuando me van a hacer la crítica sobre la rotación. Dijeron que tenía que haber puesto los titulares contra Tacuarembó, y después que tenía que haber rotado el plantel, entonces pónganse de acuerdo.
Usted fue jugador y además es técnico egresado del ISEF ¿cree que los entrenadores deben hacer el curso o sólo alcanza con haber pisado la cancha alguna vez?
Hay que estudiar, sino con ese criterio vamos a ponerle una bomba al ISEF y a la Universidad de la República. Yo creo que nos tenemos que capacitar y cada vez más. Si vos querés mejorar los alumnos, tenés que mejorar los profesores.
Una frase muy utilizada es “qué le vas a exigir a este tipo, con todo lo que ganó siendo jugador”
Y si a todo eso le sumás la preparación y la capacitación ¿no va a ser mejor? Los países que han progresado son los que se han preparado, y además miden a las personas por su capacidad para cumplir una función y no por amiguismo, cosa que hemos hecho en Uruguay y seguimos haciendo.
Lo que viene, lo que viene
¿Cuál sería el siguiente paso que le gustaría para su carrera?
Dirigir en Europa
¿Es muy difícil para un técnico uruguayo entrar a ese mercado?
Eso está clarísimo. Además es muy difícil ver a un uruguayo dirigir buenos equipos a nivel de Latinoamérica. Esa es una gran discusión que yo tengo con mis amigos entrenadores, pero prefiero hablar del tema a ese nivel, porque mi pensamiento es bastante agrio. Evidentemente en algo estamos fallando. Yo dirigí a Alianza en Perú, que fue el equipo sensación y no pude hacer que vaya un solo técnico uruguayo ¡y mirá que lo intenté! Sin embargo los argentinos, sin haber dirigido en ningún lado, llegaban en lancha y los contrataban. Y eso es porque tienen una imagen de los entrenadores argentinos
¿Le gustaría dirigir la selección?
Sí, como a todos. Pero creo que ahora está en muy buenas manos y se están haciendo las cosas muy bien. De corazón le deseo lo mejor.
Jugador: Richard Morales "El chengue"
Titulo de la entrevista: "Nacional esta creciendo con el apoyo de la gente".

El corpulento atacante fue campeón con los tricolores en el año 2000, 2001 y 2002, año en el cual defendió a la selección, y con sus dos goles definitorios en la repesca ante Australia, disputado en el Estadio Centenario, le dio el pasaje a Uruguay al Mundial de Corea – Japón. El “Chengue” de ahí en más dejó la institución alba, ya que tuvo un pasaje por el fútbol español (Osasuna y Málaga) hasta mitad del pasado año, donde volvió a vestir la casaca de Nacional.
¿Cómo has vivido tu retorno en Nacional?
Bien. Por suerte muy contento por todo el entorno que se ha generado en el club. Ojala que no pase desapercibido mi regreso y podamos conseguir algo importante para Nacional.
¿Qué diferencias notas entre tu primera etapa en el equipo tricolor y esta última?
Es un club que está creciendo muchísimo y que su gente apoya bastante. Tanto los dirigentes como los jugadores tenemos la mentalidad de tratar de colaborar en todo, ya sea en las instalaciones, en el Parque Central y en todo lo que rodea a Nacional, lo cual está avanzando y es muy positivo para todos los que queremos a esta institución.
¿En qué aspectos influyó tu pasaje por el fútbol español en tu regreso a Nacional?
Tuve la posibilidad de estar cinco años fuera de mi país, donde pasé momentos buenos y malos. Ahora trato de volcar toda esa experiencia hacia mis compañeros y en todo lo que tiene el club, aportando mi granito de arena.
¿Cómo manejas tu protagonismo dentro de la institución alba, sabiendo la necesidad que tiene de salir campeón?
No es fácil. Es una situación complicada porque uno asume mucho las responsabilidades y todo lo que sucede en su alrededor. Eso lo hace al jugador sentirse más comprometido con todo lo que pasa en el club.
¿Cuáles son los valores que destacas de este equipo?
La entrega, el sacrificio y las ganas que tenemos todos de obtener algo para Nacional. Se ve reflejado en el entusiasmo y en las esperanzas de todos los jugadores, tanto en el que juega como en el que no le toca hacerlo, y eso es muy positivo para el equipo.
¿Se siente el cansancio de disputar dos competencias a la misma vez o se mantiene el ritmo de juego?
No, se mantiene el mismo ritmo de juego, para ello hicimos una base muy importante en la pretemporada. Seguramente, no creo que sea por cansancio que las cosas a uno no le salen, sino que no todos los partidos podes rendir al máximo nivel, y eso es lo que nos está pasando en este momento.
¿Cuánto te favorece la compañía de Bruno Fornaroli en el ataque, ya que se mueve por todo el frente del mismo?
Es muy importante. Bruno es un gran jugador, tiene mucha viveza y picardía para buscar los espacios donde los compañeros generan las jugadas. Eso le está viniendo muy bien a él porque está haciendo muchos goles para Nacional, y seguramente va a ser el fruto para dicha entidad.
¿Por qué el equipo sale con otra disposición en los segundos tiempos, mostrando una actitud diferente a la del inicio de los últimos encuentros?
Cuando ves que se te van los partidos y las cosas no son como realmente esperas, tratas de sacar fuerzas donde no la tenes para cambiar el resultado. Y más ahora de la forma que estamos jugando, sabiendo que todos los encuentros son como una final. Eso influye muchísimo en todo lo que nos rodea, por lo tanto te hace reivindicarte y saber que si no se pudo en el primer tiempo, aún falta el complemento para cambiar de mentalidad.
En los últimos enfrentamientos jugaste a pesar de estar algo sentido. ¿Es una señal de que queres dar todo por el club y que es esta la oportunidad de salir campeón?
Creo que es esta la oportunidad de salir campeón acá y conseguir algo lindo, pero como estamos jugando muchas cosas hay que tener cuidado. Yo nunca quiero salir, además todos estamos comprometidos con Nacional y queremos jugar si o si, lo que lleva a que a veces haya que hacerlo con algún dolor, pero siempre tratando de dar al máximo.
¿Cómo se vive el clásico a falta de pocos días para el mismo?
El clásico es un partido muy especial, en el cual siempre hay que ganarlo más allá de cómo estés en la tabla de posiciones. Este tipo de enfrentamientos hay que triunfarlos siempre, por más que Nacional esté último. Para el jugador de fútbol, el hincha y el dirigente cambia mucho el entorno del día a día si vences a tu tradicional rival, y esa es la mentalidad ganadora que hay que tener.
¿Te motiva que Peñarol se haya reforzado de la forma que lo hizo?
Creo que se reforzó bien, pero en Nacional hay muy buenos jugadores de gran nivel, los cuales seguramente darán la talla y la cara por el club, brindándose al máximo por hacer un buen campeonato.
¿Preferís jugar en el Parque Central o en el Estadio Centenario?
A mi me gusta el Parque porque es nuestra cancha, la gente se siente más a gusto ahí, cada vez se está llenando más, el hincha está cerca y alienta de diferente manera, se siente más. Todos estos factores hacen que dicho escenario sea más lindo.
¿Tu vuelta a Nacional es también acercarse a la selección o sólo salir campeón con tu club?
No, hoy no pienso en la selección. Mi prioridad es Nacional y tratar de dejar todo por el club. Si me llega la oportunidad para defender la celeste bienvenida sea.